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al margen

 
por esa rompiente 
del atlántico gris
y por la de enfrente
donde la propia 
sombra es sol

habrá que morir
dos veces para morir 
de verdad




no consigo desorientar
el paisaje sucesivo
ni escribir su luz ilimitada
ni trazar el horizonte
de su distancia desnuda
sólo conozco el polvo
volador de su camino
donde brilla la estrella
que me guía



viento del río 
sobre las hojas
que se mecen
en su sueño
sin árbol


continuamente
en la llanura
despoblada
el árbol solo
se prepara

silvia baron supervielle


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