por esa rompiente del atlántico gris y por la de enfrente donde la propia sombra es sol habrá que morir dos veces para morir de verdad no consigo desorientar el paisaje sucesivo ni escribir su luz ilimitada ni trazar el horizonte de su distancia desnuda sólo conozco el polvo volador de su camino donde brilla la estrella que me guía viento del río sobre las hojas que se mecen en su sueño sin árbol continuamente en la llanura despoblada el árbol solo se prepara silvia baron supervielle